Según los comentarios, la asamblea de mañana genera expectativas y desconocimiento. No estamos acostumbrados a la participación política y social. Hemos sido educados en la supuesta libertad del consumo, pero no se ha contado con nosotros para hacer el camino. Nos han dicho que disponíamos de una serie de caminos y que podíamos ir por uno o por otro.
Pero este es un movimiento de ruptura, que no acepta estos caminos anquilosados e inertes, y esto por una simple razón, porque necesitamos hacer los nuestros propios. Y como de lo que aquí hablamos es de política, nos referimos a la creación de los espacios comunes.
¿A qué vamos mañana? Vamos para ser partícipes de la creación de estos caminos, para que esta vez se nos tenga en cuenta, para que no lleguemos a un mundo ya hecho en el que nos sentimos extraños. Pero este rechazo no es por capricho, es por necesidad, porque necesitamos ser políticos, porque esta es una dimensión imprescindible para vivir nuestra propia vida, la de cada cual y la de todos juntos.
¿Qué buscamos? Lo común, por ello debemos llegar a aquello que nos une, y dejar cada uno las diferencias para otra ocasión.
Entre todos podemos ir comentando las cuestiones que podemos tratar mañana, que como primera asamblea, pecará quizá de hablar demasiado de sí misma, pero ello es necesario para establecer los elementos estructurales para que podamos llegar a mínimos consensos, para que el mundo sea cada vez más nuestro, cada vez más de todos.
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